Las mujeres afganas salieron a las calles de Kabul para protestar por segundo día consecutivo, indignadas por la formación de un gobierno talibán de línea dura y planteando un desafío desconocido para un movimiento que nunca ha abordado las manifestaciones pacíficas.

Mientras que los funcionarios del Emirato Islámico de Afganistán recientemente restaurado por los talibanes dicen que apoyan la libertad de expresión y los medios de comunicación, los combatientes talibanes dispersaron las protestas del miércoles usando la violencia, tal como lo hicieron el martes. También detuvieron y golpearon a varios periodistas afganos que cubrieron los hechos y trataron de obligar a los periodistas extranjeros a borrar las imágenes de las manifestaciones de sus cámaras y teléfonos.