BRUSELAS – La integración cada vez más profunda de Rusia con Bielorrusia presenta una nueva amenaza militar para la Ucrania respaldada por Occidente, que Moscú está tratando de devolver a su órbita.

Rusia ha estado realizando grandes ejercicios militares conjuntos con Bielorrusia, cuyo líder autoritario Alexander Lukashenko, debilitado por protestas callejeras masivas y sanciones occidentales, ha cedido gran parte del control político y económico de su país a Moscú. Los ejercicios, que según Rusia son de naturaleza defensiva e involucran a unos 200.000 soldados, mostraron vínculos militares más estrechos en el flanco norte de Ucrania.