Un año más Apple ha renovado su iPad más básico, un modelo especialmente orientado a estudiantes y usuarios ocasionales que, tradicionalmente, era la opción más competitiva de Apple en el mercado de las tabletas de consumo.

La nueva generación de iPad de 2022 no llega exenta de novedades y estrena un rediseño completo que lo acerca mucho más a la estética de los iPad Air de 5ª generación y añade una paleta de colores que le sienta realmente bien.

Otra de las novedades importantes de este iPad de 10ª generación es la integración de un puerto USB C, siendo el último iPad en adoptarlo, aunque eso ha forzado a los de Tim Cook a tomar algunas de las decisiones más cuestionadas de los últimos años.

La polémica más destacada ha venido de la mano del notable aumento de precio que ha sufrido este iPad básico, que sin duda ha dejado de lado el apelativo de iPad barato. El iPad de 2022 sale con un precio oficial de 579 euros, 200 euros más que el mismo acabado del iPad de 9ª generación.

La review del iPad 10ª generación, análisis, test y opinión de Computerhoy:

Ficha técnica del iPad 10ª generación 

Dejando a un lado la polémica desatada a raíz de su aumento de precio, el iPad de 2022 sigue en la línea de mejoras que se espera en una nueva generación de iPad con los habituales cambios en el procesador, cámaras, etc.

Aquí te dejo su hoja de especificaciones con todas las características técnicas que incluyen los iPad de 10ª generación.

Como puedes ver, son unos cambios bastante continuistas y son los que se esperaban en el iPad más básico, en el que se ha subido un escalón en la generación del procesador para mantener al día su rendimiento.

Sin más, vamos a descubrir con más detalle si realmente merece la pena comprar el iPad más básico de 2022.

Llega el USB C a un iPad básico que por fin parece un iPad

Una de las primeras sensaciones que tuve cuando saqué de su caja el iPad de 10ª generación que protagoniza este análisis es que, por fin, el iPad básico parece un iPad de 2022 y no uno que ha viajado en el tiempo desde 2015.

El único pero que le puedo poner es que Apple ha olvidado darle algún rasgo distintivo propio a este iPad de 2022 como, por ejemplo, sucede entre los iPad Pro de 2022 y los iPad Air de 5ª generación.

De hecho, tengo el iPad Air de 5ª generación y son idénticos a simple vista. El iPad de 10ª generación llega en 4 colores: plata, rosa, azul y amarillo.

El iPad de 10ª generación por fin ha adoptado el diseño de bordes rectos y esquinas redondeadas que adoptaron los primeros iPad Pro y posteriormente el resto de la gama iPad.

En el frontal se elimina el Touch ID para llevarlo al botón de encendido en la parte superior tal y como ya hicieran los iPad Air y el iPad Mini de 6ª generación. De este nuevo formato de Touch ID decir que funciona tan bien como en el resto de iPads que lo montan.

Esta decisión ha liberado el marco inferior permitiendo aprovechar mejor el frontal con unos marcos más contenidos que mantienen el tamaño correcto para apoyar el pulgar en él cuando se sostiene la tableta, al tiempo que permite ampliar ligeramente el tamaño de la pantalla.

Con unas dimensiones de 248,6 x 179,5 mm y 7 mm de grosor el nuevo iPad de 2022 es algo más compacto y ligero que la generación anterior quedando a medio camino entre el iPad de 2021 y el iPad Air de 2022. Lo mismo sucede con los 481 gramos (477 gramos la versión Wi-Fi) de peso.

En la trasera se mantiene una única cámara en la esquina superior izquierda, pero en lugar de quedar integrada en la trasera, en la nueva versión adopta el diseño de los Air y la cámara sobresale un par de milímetros haciendo que el iPad se tambalee cuando se usa plano y sin funda sobre una mesa.

La cámara frontal ha cambiado su ubicación y ahora se ubica en uno de los laterales, una posición mucho más acertada para usarla en videollamadas, punto que ampliaremos un poco más adelante en el apartado correspondiente.

En los bordes encontramos la configuración de botones de volumen situados en el lateral derecho, mientras que en el borde opuesto se han integrado los contactos magnéticos de Smart Connector para teclados y accesorios. En los bordes superior e inferior se ubican las perforaciones que dejan salir el sonido de los auriculares y pierde el jack de auriculares.

Otra de las grandes novedades de este iPad de 10ª generación es que Apple por fin ha dado su brazo a torcer con el conector Lightning a favor del USB C. A diferencia de los iPad Pro, en el iPad de 2022 el USB C no tiene soporte para Thunderbolt, pero supone un gran avance en cuanto a facilidad para conectar accesorios al iPad con un conector más universal y estandarizado en el mercado.

Apple nos ha enviado una unidad que cuenta con conectividad Wi‑Fi 6 (802.11ax) de doble banda de 2,4 y 5 GHz y velocidades de hasta 1,2 Gb/s, así como capacidad para alojar una tarjeta nanoSIM con soporte 5G o la posibilidad de configurar una tarjeta eSIM.

Altavoces estéreo y una pantalla correcta, pero no es la mejor de un iPad

Como ya hemos mencionado, la pantalla del iPad de 2022 crece ligeramente como consecuencia de la eliminación del botón Touch ID del frontal, pasando de las 10,2” que traía el iPad de 9ª generación a las 10,9 pulgadas del iPad de 10ª generación.

Eso en cuanto a tamaño, porque en cuanto a prestaciones y características de la pantalla los cambios son mínimos. Se trata de una pantalla Liquid Retina IPS con una resolución que crece hasta los 2.360 x 1.640 píxeles para adaptarse al nuevo tamaño, pero que deja la misma densidad de 264 ppp.

La pantalla mantiene el ajuste de tono y brillo automático de la mano de True Tone, pero mantiene una frecuencia de refresco de 60 Hz. Siendo sinceros, esta tasa de refresco es suficiente para la mayoría de escenarios de usos en los que se usará este iPad, pero si vas a jugar echarás de menos la fluidez extra que aporta ProMotion y sus 120 Hz.

El último iPad cumple de maravilla a la hora de ver series y vídeos ya que Apple monta pantallas en las que se representan muy bien los colores, ofreciendo muy buena nitidez y un brillo máximo de 500 nits.

Este brillo en sí mismo es suficiente para usar la pantalla del iPad de 10ª generación en exteriores, pero tiene el hándicap de no contar con un recubrimiento antireflectante, por lo que todos los reflejos del entorno se proyectan sobre la pantalla dificultando la correcta visualización al aire libre.

Por otro lado, el iPad de 2022 carece de pantalla laminada, por lo que es mayor la sensación de separación del contenido con respecto al cristal protector de la superficie, restando algo de precisión en la experiencia táctil y, sobre todo, a la hora de utilizar el Apple Pencil sobre elementos muy concretos como pueden ser los controles deslizantes de una app de edición fotográfica.

La pantalla casa perfectamente con un sonido que, pese a no ser tan espectacular como en los iPad Pro, mantiene un sonido estéreo muy bien definido que resulta más que suficiente a la hora de ver series o jugar en el iPad de 10ª generación.

El jack de auriculares ha desaparecido, por lo que la mejor alternativa es usar unos auriculares inalámbricos o conectar un adaptador al puerto USB C.

A14 Bionic que cumple en las tareas básicas y iPadOS se adapta bien a este iPad

El iPad de 10ª generación continúa siendo el iPad más básico, por lo que era de esperar que no adoptara el último hardware disponible, pero sí ha apostado por avanzar una generación más en el procesador.

El iPad de entrada pasa de llevar un procesador A13 Bionic a un A14 Bionic, el mismo chip que encontrábamos en los iPhone 12 o en el iPad Air 4, con lo cual es un procesador que en Apple conocen bien y han afinado hasta el extremo en esta nueva etapa en el interior del iPad de 2022.

Su funcionamiento ha sido impecable en navegación, tareas de ofimática y a la hora de ver series, todos ellos escenarios clave para este modelo. Sin embargo, se aprecian algunas debilidades puntuales en juegos muy exigentes o al editar vídeo en 4K.

El A14 Bionic se apoya en 4 GB de memoria RAM para ofrecer una fluidez total al conmutar entre aplicaciones abiertas o al ejecutar nuevas. Buena prueba de lo bien que Apple ha afinado este chip es que obtiene incluso mejores resultados en AnTuTu que el iPad Air 4 de 2020 que montaba el mismo procesador.

Donde no han estado muy acertados en Apple es en las opciones de almacenamiento interno disponibles, algo que, por otro lado, ya sucedía en el iPad de 2021. Es esta ocasión solo están disponibles las opciones de 64 y 256 GB.

Teniendo en cuenta que el sistema operativo y unas pocas aplicaciones básicas ya van a ocupar unos 13 GB, y que títulos como Genshin Impact ocupan hasta 20 GB de memoria, los 64 GB tienden a quedarse cortos.

No dudo que esta opción pudiera ser razonable en un modelo con un precio tan ajustado como el del iPad de 9ª generación, pero el iPad de 10ª generación ya no tiene esa justificación tras un aumento de precio de 200 euros. Sin embargo, el escalado hasta una memoria de entrada de 128 GB sí habría justificado este incremento.

Por otro lado, la actualización del procesador no ha sido suficiente como para alcanzar los requisitos mínimos para acceder a todas las funciones que aporta iPadOS. La más destacable es Organizador Visual (Stage Manager), el gestor de ventanas en multitarea que sí está disponible en el resto de iPads de 2022 (e incluso en macOS Ventura), pero no es compatible con el iPad de 10ª generación.

Sí permite usar Split View o Slide Over con pantalla dividida, aunque en realidad la pantalla completa es el hábitat natural para las apps de iPadOS. Esto, que puede ser un inconveniente del que ya he hablado en los análisis de los iPad Pro, no es tan evidente en el iPad de 10ª generación.

No es un iPad tan enfocado en productividad, donde el flujo de trabajo tiene que ser impecable, por lo que no tener unas funciones multitarea no es tan limitante y la verdad es que iPadOS 16.1 va como la seda en este iPad que garantiza una buena experiencia de uso durante muchos años.

Nueva ubicación de cámara para videollamadas y continuidad en los 12 Mpx

Las cámaras no dejan de ser un apartado anecdótico en una tableta con una pantalla de 10,9 “. Hacer fotos o vídeos con un dispositivo de este tipo juega en contra de la ergonomía y la estabilidad mínima para tomar una buena foto con garantías.

Sin embargo, incluirlas –sobre todo la frontal— tiene todo el sentido ya que con ellas pueden escanearse documentos, utilizarlas en aplicaciones de realidad aumentada o hacer videollamadas.

El iPad de 2022 ha movido la cámara frontal al lateral derecho, en lugar de mantenerla en la parte superior. Esto la deja en la mejor posición para usarla en videollamadas ya que así ofrece un plano frontal más elevado, cuando se usa el iPad en horizontal sobre una mesa.

Esta cámara frontal mantiene un sensor de 12 Mpx, apertura de f/2.4 y una lente gran angular que pone la alfombra roja para funciones como Encuadre centrado, que mantiene al usuario centrado en pantalla en todo momento siguiendo sus movimientos, o permite ampliar o cerrar el encuadre dependiendo del número de personas que aparezcan en pantalla.

Por su parte, la cámara trasera se estandariza en los 12 Mpx presentes en el resto de iPads de la gama. Los resultados fotográficos son buenos, teniendo en cuenta que el uso fotográfico de una tableta de este tamaño será meramente anecdótico.

En el apartado de vídeo, el Chip A14 permite captar vídeos en 4K a 60 fps con la calidad habitual en los dispositivos de Apple.

Batería para toda la jornada, pero la carga no es la más rápida

El apartado de la batería, el procesador del iPad de 10ª generación da nuevas muestras de optimización ya que con una batería ligeramente más pequeña consigue un tiempo de uso similar a la anterior generación.

Apple reconoce una batería de 28,6 Wh –lo que vienen a ser unos 7.730 mAh—, mientras que la del iPad de 9ª generación montaba una batería de 32,4 Wh –unos 8.557 mAh—. A pesar de esa diferencia, el iPad de 10ª generación se mantiene en unos tiempos de uso medio de 10 horas de pantalla con brillo automático en torno al 50%.

Son unos tiempos prácticamente calcados a la anterior generación, a pesar del aumento de rendimiento que proporciona el A14 Bionic y una pantalla ligeramente más grande. Como ya hemos mencionado antes, Apple le tiene muy bien cogida la medida a este procesador y ha optimizado mucho su consumo.

Al mantenerse la potencia de carga de los iPad de 2022 en 20 W que proporciona el cargador “rápido” que Apple incluye en la caja, los tiempos de carga han bajado en la misma proporción que la capacidad de la batería.

El iPad de 10ª generación consigue el 50% de la carga en 63 minutos, mientras que tardará 2 horas y 24 minutos en completar el 100% de la carga.

Magic Keyboard Folio y Pencil gen 1, los accesorios tienen mucho que decir en la experiencia de uso

Apple ha conseguido una buena experiencia de uso con sus tabletas por sí solas, pero desde que añadió soporte para teclados, touchpads y ratones externos, la experiencia mejora usando algunos accesorios para el iPad. En esta ocasión desde Apple propone el Magic Keyboard Folio, una funda con teclado de dos elementos que se venden por 299 euros.

La parte del teclado se conecta magnéticamente al Smart Connector para dotar al iPad de 2022 de un teclado y un touchpad con un tacto en las teclas que poco tiene que envidiar a los Magic Keyboard de los iPad Pro, aunque en este caso las teclas no están retroiluminadas.

El segundo elemento del Magic Keyboard Folio se sujeta magnéticamente a la trasera del iPad de 10ª generación protegiéndola, e incluye una solapa que se despliega en diferentes ángulos manteniendo la pantalla en una posición de trabajo cómoda.

El Magic Keyboard Folio es una opción perfecta para usar el iPad sobre una mesa o superficie plana pero, debido a su pliegue flexible y a la unión magnética, no es tan estable como los Magic Keyboard anteriores al usarlo sobre las rodillas y hacen que el iPad duplique su peso.

Por otro lado, el iPad de 10ª generación mantiene el soporte con el Apple Pencil de 1ª generación. Más allá del discutible diseño de este dispositivo y su peculiar sistema de carga, el problema es que el iPad de 2022 ya no incluye el puerto Lightning que el Pencil de 1ª generación necesita para cargarse y sincronizarse con el iPad.

El hecho de no querer dar el salto al Pencil de 2ª generación ha obligado a Apple a hacer un apaño que espantaría a Steve Jobs, añadiendo un adaptador de Lightning a USB C para así poder conectarlo al iPad usando el cable incluido. En este contexto es difícil justificar la nefasta experiencia de uso del Pencil de 1ª generación en todo lo que no sea usarlo sobre la pantalla.

Hemos pasado de tener la “piruleta gigante” mientras se cargaba el lápiz en los iPads anteriores, a un lápiz atado con cuerda al USB C del iPad de 2022 gracias a un adaptador que se incluye gratis en todos los Pencil de 1ª Gen de 2022 y por 10 euros si lo compras por separado.

Versiones, ofertas y precio del iPad 10ª generación

El iPad iPad de 10ª generación está disponible en 4 colores que le aportan un aspecto más moderno y divertido, tomando como referencia lo que ya vimos con los iPad Air.

Además de esta nueva gama de colores, pueden elegirse hasta 4 combinaciones distintas con 64 GB (579 euros) y 256 GB de almacenamiento (779 euros) con WiFi o versiones con conectividad LTE 5G por 779 euros y 979 euros respectivamente.

Como acostumbra a suceder, se pueden comprar los nuevos iPad de 2022 por un precio más interesante en tiendas de terceros como Amazon.

iPad de 10ª generación, la opinión de Computerhoy.com: ¿merece la pena?

El iPad de 10ª generación ha pasado de ser el «iPad barato» a ser el «iPad básico», gracias a la agresiva política de precios al alza en determinados mercados que la compañía de Tim Cook ha aplicado en esta segunda mitad de 2022.

En España, esa subida se ha traducido en un aumento de precio de 200 euros en un iPad que no aporta tantas mejoras como para justificar esa inversión. Las malas noticias son que, Apple lo sabe, por lo que también ha subido el precio del iPad de 9ª generación que pasa de 379 euros a 420 euros.

No me malinterpretes, iPad de 10ª generación es un buen producto para su público objetivo, tanto por diseño como por prestaciones, pero ya no es tan fácil recomendarlo por su precio. Sobre todo porque por ese precio la Samsung Galaxy Tab S7 FE ofrece mejor pantalla, más memoria e incluye el lápiz S Pen.

Tampoco me ha convencido la integración del Pencil de 1ª generación, que al perder el puerto Lightning pierde todo su sentido y añade la necesidad de usar un adaptador y un cable para cargarlo. ¿Cómo encaja eso en la filosofía de pivotar hacia lo inalámbrico de Apple?

Además, en el uso diario, no es un accesorio que se sienta como parte del iPad como sí sucede con el Pencil de 2ª generación. Al no contar con una sujeción magnética o un habitáculo donde guardarlo, es fácil perderlo en la mochila o que ruede de lado a lado por la mesa.

En resumen, el iPad de 10ª generación es una tableta que, como el resto de iPads, sigue siendo muy buena, pero los estudiantes deberían pensárselo dos veces antes de comprarla.