La detección de nubes es un pasatiempo que se puede aplicar al almacenamiento de datos fuera del sitio, así como a la meteorología. Durante años, la computación en la nube podría haber dependido de condiciones templadas que generaron cúmulos en los cielos de verano. Ahora se están formando nubarrones en lo alto. Las empresas que aumentaron el gasto en la nube durante la pandemia están recortando.

Salesforce, un gran proveedor de software basado en la nube, es el último en hacer sonar la alarma. La compañía, que tiene una capitalización de mercado de $139 mil millones, está despidiendo al 10 por ciento de su fuerza laboral y cerrando algunas oficinas.

Aparentemente, los clientes están adoptando un enfoque más “medido” para gastar. Amazon, Microsoft y Alphabet informaron un crecimiento más lento de los ingresos de sus divisiones en la nube en sus trimestres más recientes.

Pero no todas las acciones en la nube son iguales. Las empresas que brindan almacenamiento en la nube con complementos (la llamada infraestructura como servicio) como Amazon y Microsoft deberían hacerlo mejor que aquellas que se enfocan en el software como servicio.

Estos últimos son más prescindibles a medida que se cierran grandes proyectos. El software Salesforce, que ayuda a las empresas a gestionar las relaciones con los clientes, entra en esta categoría.

Los grupos de IaaS deberían continuar beneficiándose del cambio secular a la computación en la nube. Las industrias que han tardado en dar el paso, como el gobierno, la atención médica y la educación, deberán seguir invirtiendo. El mes pasado, por ejemplo, el Pentágono dividió un contrato de $ 9 mil millones para servicios de computación en la nube entre Google, Oracle, Amazon y Microsoft.

En general, Gartner espera que el gasto global en servicios en la nube aumente en más de una quinta parte a $592 mil millones este año. Dentro de esto, se pronostica que el gasto en IaaS aumentará más, en un 30 por ciento.

Los grupos dominantes de IaaS como Amazon y Microsoft tienen ventajas de escala. Pueden atraer a clientes conscientes de los costos al agrupar servicios y hacer que los clientes firmen acuerdos a más largo plazo.

Los clientes de la nube tienden a ser pegajosos. Una vez registrados, continúan pagando suscripciones. Es la versión digital del famoso modelo de negocio de maquinillas de afeitar baratas y hojas más caras. En Amazon, la división de la nube de AWS representó todos los ingresos operativos que obtuvo en los primeros tres trimestres de 2022.

Pasan las tormentas. Las nubes siempre están con nosotros. Los inversores deberían buscar gangas en medio de las malas noticias actuales en el negocio de procesamiento y almacenamiento de datos.

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