Parecía que las Finales de la NBA tenían claro dueño con la contundente victoria de los Denver Nuggets en el primer partido, pero estos sorprendentes y milagrosos Miami Heat sumaron una nueva proeza este domingo para empatar la serie y dejar abierta la lucha por el anillo. Los hombres de Erik Spoelstra, expertos en hacer fatales a todos los analistas que les han dado por muertos en estas eliminatorias en distintas ocasiones, parten ahora hacia Miami con el factor cancha en el bolsillo y el convencimiento de que el anillo es posible.

¿Por qué no sería? Al fin y al cabo, estos Heat que llegaron a los playoffs a través de los octavos de final del play-in y que se han acostumbrado a lograr lo inesperado noquearon a los Milwaukee Bucks, que fueron el mejor equipo de la liga en la temporada regular; y también los Celtics, gracias a una épica victoria en Boston en un séptimo partido en el que lo tenían todo en contra.

Ningún equipo había conseguido ganar en Denver en estos playoffs

Esa larguísima y agotadora racha les pasó factura en un primer partido de las Finales en el que los Nuggets fueron claramente superiores (104-93). Pero los Heat reaccionaron este domingo (108-111) haciendo realidad lo que nadie había conseguido: someter en Denver a unos Nuggets que seguían invictos en el Ball Arena en estos playoffs.

“Probablemente pensaron que estaba inventando una narrativa después del Juego 1 cuando dije que no jugamos bien. No jugamos bien”, dijo el entrenador de los Nuggets, Mike Malone, enojado por cómo fue el Juego 2. “Estas son las Finales y estamos hablando de esfuerzo. Eso es una gran preocupación para mí”, dijo.

Estos Heat duros, rocosos e inagotables exigen máxima concentración e intensidad a sus rivales, tanto que los 41 puntos de Nikola Jokic no fueron suficientes para los Nuggets. “Nos están castigando en cuanto cometemos errores”, admitió el central serbio.

Los Heat mordieron en el arranque de este partido (2-10 de inicio), no se derrumbaron a pesar de ir perdiendo por 15 en el segundo cuarto y, aunque llegaron al último periodo 8 puntos abajo, dieron la vuelta al marcador con un magnífico 25- 36 con un 69% de tiros de campo en los últimos doce minutos. “No nos importa lo que piense la gente. Pensamos en quiénes somos como grupo. Siempre seremos nosotros, no nos importa nadie más. Ha sido así todo el año”, dijo Butler después de la victoria. .

Gabe Vincent (23 puntos con un gran 8 de 12 tiros) fue el máximo anotador de unos Heat que se lucieron en los triples (17 de 35) y en los que Bam Adebayo anotó 21 puntos (8 de 14) y 9 rebotes y Butler sumó 21 puntos (7 de 19) y 9 asistencias.

A la espera del inminente regreso del lesionado Tyler Herro, Miami contó este domingo con aportes fundamentales como Duncan Robinson, que no vio el aro en los primeros tres cuartos y que reanimó en el último con 10 puntos cruciales para su equipo. regresa .

El Heat es el segundo equipo en la historia en llegar a la final como octavo en su conferencia.

Miami no ha encontrado un antídoto (si es que existe) para un Jokic en estado de gracia. Pero este domingo sí supo frenar a sus compañeros: Jamal Murray, que falló el triple por haber forzado la prórroga, se quedó en ‘solo’ 18 puntos y 10 asistencias y Michael Porter Jr y Kentavious Caldwell-Pope se dieron la mano en una mala noche ( 11 puntos entre los dos).

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Un ejemplo de cómo no funcionó bien el normalmente aceitado ataque de los Nuggets, salvo Jokic y la potente actuación de su banquillo, fue que el central registró solo 4 asistencias (su registro más bajo en estos playoffs).

El Heat es el segundo equipo en la historia de la NBA en llegar a las Finales como octavo en su conferencia después de los New York Knicks de 1999. Sin desmerecer a aquel equipo de Nueva York, estos Heat ya les han superado desde que aquella temporada fue única por el paro patronal y ya suman más victorias en playoffs (13) que aquellos Knicks (12).

Ahora Butler y compañía regresan a Miami, tierra de prodigios en estos playoffs y donde esperan seguir dando pasos en una ya histórica e inolvidable postemporada.