“La democracia está bajo ataque en todo el mundo. Entre 2016 y 2021, la cantidad de países que avanzaron hacia el autoritarismo fue más del doble de la cantidad de países que avanzaron hacia la democracia. Así lo afirma el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA) en su informe del año 2022.
En la misma dirección, el Informe del Instituto V-Dem de la Universidad de Gotemburgo en 2023 encontró que, durante el último año, el número de países en proceso de autocratización aumentó de 33 a 42 -un nuevo récord-, mientras que solo 14 países lograron democratizarse durante este período. Hoy, 2 de cada 3 personas en el mundo, 5.700 millones de personas, viven bajo regímenes autocráticos. Estos datos revelan que, durante la última década, “se han evaporado más de 35 años de avances democráticos en el mundo”.
“Tercera ola autocrática”
El impacto de esta “tercera ola autocrática”, como la han denominado los investigadores Lührmann y Lindberg, va más allá de los países donde se produce el retroceso. Según el informe de Vdem, estos procesos de autocratización están teniendo un impacto significativo en el equilibrio de poder económico y comercial en el mundo de manera significativa.
Las autocracias no sólo son cada vez más numerosas, sino que su poder económico y comercial va en aumento. Mientras que al final de la Guerra Fría las democracias producían más del 75 por ciento del PIB mundial, hoy en día las autocracias generan casi la mitad del PIB mundial.
Durante los últimos 30 años, las democracias han duplicado su dependencia comercial de las autocracias. Esta es una situación delicada, cuyos efectos negativos, especialmente con respecto a los alimentos y la energía, se han vuelto demasiado evidentes para las democracias occidentales como resultado de la brutal guerra en Ucrania. Al mismo tiempo, las autocracias dependen cada vez más del comercio con las democracias y más de las importaciones y exportaciones con otras autocracias.
Desde 1992, el comercio entre autocracias se ha triplicado y ahora representa casi el 18 por ciento del comercio mundial. Este nicho comercial, unido a la creciente solidaridad observada entre las autocracias del mundo, ha permitido a regímenes como el de Rusia, Irán o Venezuela eludir con mayor o menor éxito las sanciones internacionales que les han sido impuestas por cometer graves infracciones. de derechos humanos .
El declive de la democracia en los Estados Unidos
Los informes de los principales organismos que evalúan el estado de la democracia en el mundo coinciden en señalar que, en el Hemisferio Occidental, la democracia ha retrocedido a los niveles que tenía al final de la Guerra Fría. Hoy, cuatro países americanos están clasificados como regímenes autocráticos: Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití. Según informó el Instituto Vdem, entre 2012 y 2022 solo tres países americanos mejoraron sus índices democráticos: República Dominicana, Ecuador y Honduras; mientras que el triple –nueve países– experimentó retrocesos: Brasil, Chile, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Haití, Nicaragua, Uruguay y Venezuela.
Enfrentar este retroceso democrático, que ha venido acompañado de la difusión masiva de desinformación, el aumento de los niveles de polarización tóxica, la acción de movimientos antisistema y la desafección de la ciudadanía hacia la democracia y sus instituciones, se ha convertido en un desafío incuestionable. . no sólo para cada una de las democracias del continente, sino para el hemisferio en su conjunto y sus instituciones regionales.
La Carta Democrática Interamericana, aprobada por la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) el 11 de septiembre de 2001, fue el primer instrumento internacional para la defensa colectiva de la democracia. A pesar de todos los fracasos o críticas que se le puedan hacer, ha jugado un papel importante en la solución de varias de las crisis democráticas que se han presentado en el continente.
El 30 de mayo de 2023, cumpliendo un mandato de la Asamblea General de la OEA, un panel de reconocidos expertos presentó a los miembros del Consejo Permanente un conjunto de propuestas para hacer más efectiva la implementación de la Carta Democrática ante los efectos de esta “tercera ola”. de autocratización.
Decisiones de censura de un Estado miembro
La Carta prevé una serie de medidas encaminadas a proteger y restablecer la estabilidad democrática en un país del continente donde se ha producido una “alteración del orden constitucional que afecta gravemente su orden democrático”. Estas medidas son de carácter escalonado y comienzan con Si no prosperan, existe la posibilidad de que, mediante el voto afirmativo de las dos terceras partes de los Estados Miembros de la Organización, el gobierno transgresor sea suspendido en el ejercicio de su derecho a la participación. en la OEA.
Como nuevo mecanismo intermedio, que no implica la suspensión de la participación del Estado Miembro en las sesiones del organismo, miembros del panel de expertos propusieron la posibilidad de que con el voto afirmativo de la mayoría simple de los Estados Miembros, se se podría dictar sentencia. . resolución de censura a aquellos gobiernos que avanzan en la senda del desmantelamiento de sus democracias, especialmente en lo que se refiere a la cooptación de su poder judicial.
Si bien inicialmente esta nueva medida no tendría ningún efecto práctico, más allá de dejar constancia ante la región y el mundo de los riesgos que corre una de las democracias de la región en un momento dado, esta decisión podría escalar posteriormente y vincularse a la interrupción de los créditos de la Banco Interamericano de Desarrollo u otras formas de financiamiento y cooperación.
Activación de la Tarjeta por otros poderes
Actualmente, la activación de los mecanismos de la Carta Democrática recae en el Secretario General de la OEA o en los representantes de los Estados Miembros, quienes forman parte de los respectivos poderes ejecutivos.
Sin embargo, dada la experiencia de poderes ejecutivos populistas y autoritarios que han desmantelado progresivamente la democracia desde dentro, se propuso estudiar la conveniencia de que, además del Ejecutivo, otros poderes del Estado, como el Legislativo, el Judicial o el Electoral, tengan la posibilidad de de acudir a la Carta Democrática, dejando de lado que siempre serían los poderes ejecutivos de los Estados Miembros representados en el Consejo Permanente los que evaluarían dicha solicitud.
Sistema de Alerta Temprana de avances autocráticos
Previo a la adopción de medidas por parte de la OEA, la Carta establece que el Consejo Permanente debe realizar “un reconocimiento colectivo” respecto de la existencia en un Estado Miembro de una “alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático”.
Identificar cuándo ha habido una subversión del orden democrático en un país de la región y su gravedad ha sido muchas veces una tarea controvertida para la OEA y no siempre realizada a tiempo. La dificultad de esta tarea ha aumentado en la medida en que, como se señaló anteriormente, la pérdida de la democracia en un determinado país no es producto del típico golpe de Estado sino de un progresivo desmantelamiento interno de la democracia.

Por ello, los panelistas coincidieron en la necesidad de desarrollar un Sistema de Alertas Tempranas que permita a la OEA contar con datos y lineamientos permanentes, objetivos y confiables que le permitan realizar una justa “evaluación colectiva” de estos procesos de regresión democrática, para que que la Organización pueda así ofrecer su colaboración para evitar que procesos de este tipo sigan avanzando impunemente.
Este sistema de monitoreo y análisis debe basarse en el seguimiento y evaluación de los “elementos esenciales” y los “componentes fundamentales del ejercicio” de la democracia representativa establecidos en la Carta Democrática, incluyendo “el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; el régimen plural de los partidos y organizaciones políticas; y la separación y independencia de los poderes públicos.
Según los panelistas, una parte importante de la información relevante que debe alimentar un Sistema de Alerta Temprana ante posibles avances autocráticos ha sido producida por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), así como por las Misiones de Observación Electoral ( MOEs). ).
Otras recomendaciones presentadas por el panel de expertos fueron la creación de una figura especial de la OEA para monitorear la democracia en la región; la conformación de un equipo de expertos en negociación, mediación y resolución de conflictos que apoye el trabajo de la organización; y el desarrollo de nuevos medios para la promoción de valores y prácticas democráticas en la región.
Los resultados de este período de sesiones serán presentados a la próxima Asamblea General, en su quincuagésimo tercer período ordinario de sesiones. Este conjunto de propuestas merece una cuidadosa consideración por parte de los Estados Miembros de la OEA. Como establece la Carta, la democracia representativa es fundamental para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región; y vivir bajo un verdadero sistema democrático es un derecho de todos los pueblos del continente americano.
Las autocracias son contagiosas. La protección y promoción de la democracia en el hemisferio es un asunto que atañe a todos y cada uno de los países americanos. Esos gobernantes democráticos que, bajo el pretexto de la no intervención en los asuntos internos de otro Estado, buscan lavarse la cara y estabilizar los regímenes autocráticos que lamentablemente aún existen, no lo están haciendo con el continente en su conjunto, ni con sus respectivos pueblos. . . en la región.(ms)
Esta nota es parte de la red de Wepolis y fué publicada por Corresponsal Europa News el 2023-06-09 18:05:06 en:
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