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Hogar, viajes o vacaciones. Los queremos tanto y nos cuestan tanto… En algunos casos el esfuerzo es excesivo y llega a ser imposible. Pero siempre hay salidas y alguna buena noticia, porque saber administrar el dinero hace la diferencia y evita amarguras.

El tema de la semana

lo importante cuesta

Sin dinero, sin hogar. El tema de la vivienda no mejora. El alquiler es imposible: el 60 % de las viviendas de dos dormitorios tienen un precio superior a lo razonable. Un esfuerzo desmedido que seca los ingresos. Y encima, cuando quieres comprar, los bancos te cuelan comisiones que no corresponden. Las trampas están por todas partes.

Busque gangas. Hay que buscar alternativas, precios más bajos. Estamos viviendo un auge en las subastas públicas de inmuebles, incluidos los pisos. Ojo, porque el menor coste conlleva riesgos y las cosas pueden acabar mal. Hay más seguridad en otras ofertas: tu futuro teléfono ya no tiene que ser nuevo. Los reformados más baratos van ganando terreno.

Que llegue el verano. Con este panorama, la playa vendría bien. Olvídate del jefe, de algunos compañeros, de la oficina. Si no dejas de pensar en ello, podrías ser un trabajador quemado. Tranquilo, el llamado síndrome agotamiento tiene una solución Tal vez es hora de buscar un nuevo trabajo. Si lo haces, no cometas el error que más repiten los españoles.

Un pequeño respiro. No todo es gris. La gasolina, el gas o la luz ya son más baratos que antes de la guerra. Los días de revisar los precios todos los días han terminado, por ahora. Las vacaciones también pueden costar menos: la guerra por el cliente del tren está provocando ahorros, pero hay que saber comprar.

Y también… El día a día

estamos en crisis?

Las estadísticas son claras y la eurozona está en recesión. Hay que tomarse todo con pinzas: un puñado de países y la crisis energética lo han desequilibrado todo. Eso sí, la locomotora alemana no tira y esto puede tener un efecto contagio que tumba al resto de economías.

No dejes que la situación te desanime. La campaña de la renta ha entrado en la fase final y quedan unas semanas para presentar la declaración. Llegar tarde tiene consecuencias. Estas son las fechas clave que aún nos quedan por delante.

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