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La economía alemana se contrajo en los tres meses hasta septiembre, ya que un consumo más débil de los hogares contrarrestó una mayor inversión en equipos y maquinaria en la economía más grande de Europa.

La caída del 0,1 por ciento en el producto interno bruto respecto del trimestre anterior fue más leve que la caída del 0,2 por ciento pronosticada por los economistas en una encuesta de Reuters, pero aun así confirmó la posición de Alemania como una de las principales economías más débiles del mundo.

El sector manufacturero clave de Alemania se ha visto afectado por un aumento en los costos de la energía relacionado con un alejamiento de las importaciones de gas ruso. Las recientes caídas de la inflación desde niveles récord después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Moscú aún no han impulsado significativamente la actividad, mientras que los consumidores y las empresas también están lidiando con crecientes costos de endeudamiento, caída de los precios de las viviendas y menores exportaciones a China.

«A pesar de la caída de la inflación y los aumentos salariales más fuertes, es poco probable que el consumo privado se recupere por el momento», dijo Jörg Krämer, economista jefe del prestamista alemán Commerzbank, señalando una reciente caída en la ya débil confianza del consumidor.

Se espera que la contracción de la economía alemana compense el crecimiento en países del sur de Europa como España, donde la producción del tercer trimestre aumentó un 0,3 por ciento, lo que llevó a un estancamiento del PIB general de la eurozona cuando se publiquen las cifras trimestrales del bloque el martes.

«Todavía parece probable que el PIB de la eurozona se haya contraído ligeramente», dijo Andrew Kenningham, economista de la consultora Capital Economics, añadiendo que los riesgos a su pronóstico de una contracción del 0,2 por ciento estaban «sesgados al alza».

La agencia federal de estadística de Alemania también revisó al alza las cifras del PIB de los dos trimestres anteriores, indicando que la economía no se contrajo en la primera mitad del año como se indicó inicialmente.

Sin embargo, dijo que la producción alemana seguía siendo un 0,3 por ciento inferior a la del año anterior. Eso contrasta con la rápida expansión de la economía estadounidense, que la semana pasada reportó un crecimiento anualizado del 4,9 por ciento en el tercer trimestre.

«La economía alemana está una vez más al borde de una recesión técnica», dijo Claus Vistesen, economista del grupo de investigación Pantheon Macroeconomics. «El consumo no parece estar recuperándose, como esperábamos, en línea con la caída de la inflación, al menos no todavía».

Este mes, el FMI predijo que Alemania sería la economía principal con peor desempeño este año, recortando su pronóstico del PIB a una contracción del 0,5 por ciento, citando una menor demanda de sus socios comerciales y la debilidad en sectores que son sensibles a las altas tasas de interés.

Hay signos de una atenuación de la crisis del coste de vida que ha afectado a los hogares de toda Europa. La inflación española estuvo por debajo de lo previsto, a pesar de alcanzar en octubre un máximo de seis meses del 3,5 por ciento. En Renania del Norte-Westfalia, la región más poblada de Alemania, el crecimiento de los precios al consumidor se desaceleró más de lo esperado hasta el 3,1 por ciento, frente al 4,3 por ciento de hace un mes.

Se espera que la inflación de la eurozona caiga del 4,3 por ciento en septiembre a un mínimo de más de dos años del 3,4 por ciento cuando los datos de precios de octubre para el bloque se publiquen el martes.

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