Golpeada por la peor sequía reciente, Cataluña está inmersa en un intenso debate sobre la gestión del agua. que hay para hacer? o ¿qué no se hizo en su momento? Son preguntas recurrentes que alientan el debate público a nivel interno. Ayer abrió el foco el Instituto Agrícola, la asociación de empresas agrícolas. Con el apoyo de Foment del Treball, dedicó unos días a reunir a expertos internacionales que explicaron las experiencias de sus respectivos territorios.

El primero en subir al escenario en la sede de Foment fue Itamar Glazer, profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad Hebrea y director científico del Instituto Volcani, el principal centro de innovación agrícola de Israel. Glacer relató que una de las “primeras grandes decisiones” tras la creación del Estado fue crear “un canal de norte a sur” del país, superando las diferencias de disponibilidad de agua entre territorios. En la sala se recordó un debate de gran actualidad en Cataluña: la conexión, actualmente frustrada, entre la red del Ebro y la del área metropolitana de Barcelona.

La patronal de las empresas agrícolas exige inversiones estructurales y acíclicas

El profesor israelí explicó que allí, desde el principio, se dieron cuenta de que “el agua era clave para el futuro del país”. En 1959 legislaron para “nacionalizar el agua”. Un marco regulatorio que, desde entonces, “no ha cambiado” y ha generado estabilidad. Se trata de una única empresa estatal propiedad del Gobierno que controla el líquido más preciado, aunque luego cada municipio se encarga de canalizar y cobrar el consumo. “El consumo de agua se calcula y controla vía satélite mediante un sofisticado sistema. “Si hay una fuga o un problema, te avisan”, dijo.

Glacer explicó que hay un factor cultural importante en el ahorro de agua que se fomenta en las escuelas y presumió de una gran red de empresas emergentes dedicadas al ámbito agrícola que también trabajan por una mejor gestión del agua.

Álvar Escrivá-Bou, miembro asociado del Water Policy Center del Public Policy Institute de California, señaló que en ese rincón de Estados Unidos el “mercado del agua es fundamental” ya que consigue “darle valor” en un entorno con derechos sobre aguas muy diferentes a las de aquí.

Allí trabajan en planes para recargar los acuíferos. “Los han tirado tanto que el suelo se está hundiendo”, describió. Sin embargo, el valenciano, instalándose en suelo americano, reconoció que “aunque sea duro, en California habrá que reducir terreno agrícola”.

El evento no sólo reunió a profesionales que trabajan en el extranjero. “El 25% del agua que se consume en el área metropolitana de Barcelona ya está regenerada”, defendió Narciso Berberana, director de sostenibilidad, descarbonización y regeneración de recursos de Agbar.

El ingeniero industrial aseguró que “la proporción del uso de agua para riego disminuirá” en los próximos años, mientras que aumentarán otras actividades como la generación de energía o nuevos sistemas tecnológicos.

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Antonio Cerrillo

En la presentación de la jornada, Baldiri Ros, presidente del Instituto Agrario, destacó que se necesitan “soluciones estructurales y no cíclicas” a la sequía. El vicepresidente de Foment apostó también por tener un «regulador único» y por la «colaboración público-privada».

Por su parte, el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, volvió a defender la conexión entre Barcelona y el Ebro, y destacó la «gran falta de estrategia política» tras una década de «inversiones inexistentes».

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