La crisis económica en Cuba Se hizo más grande este viernes con eEl extraordinario aumento del precio del combustible de más del 400%, una novedad que confunde a los cubanos que no saben cómo comprarán la gasolina. El aumento es parte del muy ortodoxo ajuste de la economía que el régimen comunista defiende como un costo inevitable.

La medida estaba inicialmente prevista para el 1 de febrero, pero un ciberataque al sistema de pagos digitales de una empresa estatal retrasó su entrada en vigor durante un mes.

La agencia EFE pudo comprobar que no todas las estaciones de servicio estaban vendiendo combustible en la mañana de este viernes. Horas antes, la empresa estatal Cimex advirtió sobre una interrupción del servicio “necesaria para realizar los trámites requeridos para la modificación de precios”.

El aumento forma parte de un importante plan de ajuste que fue presentado en diciembre por el gobierno cubano con el propósito de «reimpulsar» una economía sumida en una grave crisis, tanto por errores de gestión reconocidos por el propio gobierno, como por los estragos que dejó la pandemia, y ciertamente con el habitual repudio a las sanciones estadounidenses.

La gasolina común pasó de los actuales 25 pesos a 132, de 0,21 dólares a 1,1, al tipo de cambio oficial. Llenar el tanque de 40 litros costará 5.280 pesos (unos 44 dólares), cuando el salario medio apenas supera los 4.200 (unos 35 dólares).

“Es cierto que el precio del combustible en Cuba estaba por debajo de los estándares internacionales, pero también el salario de una persona está por debajo de los estándares internacionales”, comentó molesto Eduardo Fernández, un filólogo de 57 años.

Este 1 de marzo el aumento de las tarifas eléctricas, aunque por el momento no se aplicará el aumento anunciado en el transporte interprovincial (hasta 600%), ni el aumento del 25% en el cilindro de gas licuado.

El plan de ajuste contempla una nueva devaluación del peso y el fin progresivo de los subsidios universales a los productos para pasar a un sistema de ayudas para personas consideradas vulnerables.

Los salarios básicos en Cuba se han ido depreciando mientras la inflación ha aumentado. Asimismo, la moneda local ha perdido terreno frente al dólar en la vida cotidiana, siendo un refugio para quienes reciben remesas de sus familiares en el exterior.

El ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro, defendió que el Ejecutivo es «consciente» del «impacto inflacionario» del aumento de los precios de los combustibles, pero aclaró que existe «un grupo de medidas» para «atenuar» esta situación.

“El Estado puede haber tenido la necesidad de subir los precios, pero no pensé que sería a estos niveles”, dijo a Efe Andrés Pérez, otro de los cubanos que este viernes hacía cola para conseguir gasolina.

Cuba cerró 2023 con una contracción del producto interno bruto de entre el 1 y el 2 % y anunció que el déficit fiscal este año será del 18,5 %.

La situación económica del país se refleja en la escasez de bienes básicos (alimentos, combustible, medicinas), una inflación galopante, frecuentes apagones y una creciente dolarización de la economía. El malestar social resultante ha generado protestas como la histórica de julio de 2021 y la mayor ola migratoria en décadas con destino a Estados Unidos.

Cuba perdió enormes ingresos en su principal mercado turístico como consecuencia del cierre provocado por la pandemia de Covid.

También se vio afectada por el freno al deshielo que había impulsado el entonces presidente demócrata Barack Obama, lo que habría generado un mayor flujo de inversiones hacia la isla. También se extinguió un importante brote de actividad privada, que el rancio régimen comunista permitió aunque con enormes obstáculos.