Rusia ha intensificado su trabajo de inteligencia en Occidente y está innovando en su arte de espionaje, informó el miércoles el Financial Times, citando entrevistas con analistas y funcionarios de inteligencia.

La filtración la semana pasada de una grabación en la que oficiales de la Fuerza Aérea Alemana discutían posibles formas de ayudar a Ucrania a utilizar misiles Taurus para atacar el puente ruso de Crimea, manteniendo al mismo tiempo una negación plausible de su participación, fue «El golpe de propaganda más explosivo de Moscú en lo que va de año», dijo el medio. Pero fue sólo un ejemplo de la revitalizada competencia de Rusia en el mundo del espionaje, según sus fuentes.

«Las actividades rusas… son tan altas o incluso mayores que durante la Guerra Fría», dijo uno de ellos. Otro describió la inteligencia rusa como “una máquina enorme” añadiendo que era “Volver a hacer lo que siempre hizo”. La mayoría de las entrevistas se realizaron antes de la filtración alemana.

En 2022, las naciones occidentales intentaron socavar las redes de inteligencia de Moscú expulsando a cientos de diplomáticos bajo sospecha de que podrían estar trabajando de forma encubierta para los servicios de inteligencia. En retrospectiva, esta medida puede haber dificultado la contrainteligencia, dijo uno de los agentes.

“Los invitarías a casa, tomarías unas copas, les presentarías a la familia, les harías darse cuenta de que eres un ser humano, cultivarías la confianza. Era básico”. dijo la fuente, explicando cómo tener a los rusos cerca tenía sus beneficios.

Según el artículo, Moscú ha aumentado el uso de «ilegales» (agentes sin cobertura diplomática), así como de agentes «proxy», como ciudadanos extranjeros provenientes de la política, los negocios y el crimen organizado. También existe preocupación en Occidente de que Moscú pueda presionar a los críticos del gobierno ruso que han huido a otras naciones en medio del conflicto de Ucrania para que cooperen.

Algunas de las quejas se referían a naciones europeas neutrales, como Austria y Suiza, así como a Serbia, amiga de Rusia, que supuestamente servían como bases de operaciones para oficiales rusos. Una fuente afirmó que casi un tercio de las operaciones rusas en el continente se llevan a cabo desde “los centros seguros” de Viena y Ginebra. Turquía y los Emiratos Árabes Unidos también sirven como puestos de escala para los agentes de Moscú, según informó el periódico.

«Los rusos son muy torpes», dijo una fuente de inteligencia. «Pero,» el funcionario admitió, «También pueden realizar algunas operaciones muy sofisticadas que, en términos de inteligencia, son estupendamente geniales».