Por qué Florida no participa en el Súper Martes

La historia comienza en un momento en que Florida, junto con otros estados del sur de la nación, decidieron unir fuerzas para realizar sus primarias de manera simultánea, buscando incrementar su peso político en el escenario nacional.

Esta coalición, formada en los años 1970 y 1980, colocó a Florida en el centro del Supermartes, lo que le permitió influir decisivamente en la selección de candidatos presidenciales.

Sin embargo, El curso de los acontecimientos dio un giro con el cambio de milenio (2000). A medida que otros estados comenzaron a adelantar sus primarias para captar una mayor proporción de notoriedad nacional, Florida se encontró en lo que la historia política muestra como una especie de «encrucijada».

En un intento por reclamar su influencia y destacarse en el proceso electoral, el Estado del Sol trasladó la fecha de sus primarias a enero durante los ciclos electorales de 2008 y 2012. Este paso, lejos de fortalecer su posición, resultó en una sanción por parte de los Comités Nacionales Demócrata y Republicano.

Ambos organismos políticos vieron este cambio como una “transgresión” a la “armonía” del calendario de primarias, y castigaron a Florida despojándola de sus votos de delegados.

Ante las consecuencias de sus acciones, Florida adoptó un cambio de postura, reprogramando su fecha de primarias para mediados de marzo, ubicándola después del Súper Martes.

Esta decisión, si bien redujo su visibilidad en el ciclo primario inicial, no disminuyó su importancia estratégica en el largo camino hacia la nominación presidencial.

En este escenario modificado, mientras dieciséis estados y un territorio se sumergen en el Súper Martes, Florida observa desde la distancia, preparándose para sus primarias el 19 de marzo.

Importancia de Florida en las primarias

En el intrincado camino hacia la nominación presidencial republicana, la figura de Donald Trump emerge una vez más en el centro de un torbellino político que acapara la atención de la nación.

A pesar de los esfuerzos y victorias acumuladas en primarias y caucus anteriores, es posible que ganar todos los delegados que Trump necesita para asegurar la nominación de su partido aún no se produzca el supermartes.

Algunos expertos consideran que el éxito temprano no garantiza la victoria absoluta y pusieron la mira en fechas posteriores. En ese sentido, el 12 de marzo se considera una fecha de cambio potencial, con estados como Georgia y Washington listos para celebrar sus primarias.

Sin embargo lo és 19 de marzo, que podría emerger como el día decisivo, un momento en el que Florida, junto con Arizona, Illinois, Kentucky y Ohio, se convierte en un escenario donde las esperanzas de Trump podrían finalmente materializarse. Este día representa no sólo una oportunidad para acumular los delegados que faltan, sino también para solidificar su ventaja frente a sus rivales dentro y fuera del Partido Republicano.

Una victoria de Trump en el Estado del Sol, que para muchos especialistas es muy posible, enviaría un mensaje relevante a nivel nacional sobre su capacidad para movilizar y unificar a la base republicana, sellando así su nominación presidencial.