El acuerdo surge luego de que el gobierno de Biden pidiera a México en mayo que revisara si había habido violaciones laborales en la planta de Silao, ubicada en el estado central de Guanajuato. La administración dijo que había recibido información que indica “graves violaciones” de los derechos de los trabajadores asociadas con una votación en abril sobre un convenio colectivo.

El plan de remediación contempla una nueva votación antes del 20 de agosto, que la Secretaría de Trabajo de México monitoreará para garantizar que el área de votación sea segura y las boletas estén protegidas. Si no se vota, se dará por terminado el convenio colectivo, pero los trabajadores conservarán sus derechos y otros sindicatos pueden negociar en nombre de los trabajadores.

México enviará inspectores federales a la planta a partir de esta semana y continuará hasta la votación. Estarán presentes 32 inspectores, cinco veces más que los que estaban en la votación inicial, según el acuerdo. La Organización Internacional del Trabajo y el Instituto Nacional Electoral de México también enviarán observadores para monitorear la votación.

La votación se detuvo a principios de este año después de las acusaciones de que el sindicato y la planta habían interferido. El Ministerio de Trabajo mexicano dijo en mayo que había encontrado “graves irregularidades” en la votación y realizó una revisión en respuesta a la solicitud de Estados Unidos. Estados Unidos y México comenzaron las discusiones sobre un plan de remediación el 25 de junio.

GM dijo en un comunicado que acogió con satisfacción el acuerdo y apoyó el objetivo de los gobiernos de Estados Unidos y México de proteger los derechos de los trabajadores.