El general Taylor reconoció que algunas de las puertas del aeropuerto habían sido cerradas temporalmente y reabiertas en las últimas 24 horas para permitir el flujo seguro de personas que intentaban ingresar.

Los funcionarios del Pentágono dijeron que había una amenaza a la seguridad planteada por las grandes multitudes rebeldes que se reunían en varias entradas al aeropuerto, incluidos los riesgos potenciales de ataques de Al Qaeda y el Estado Islámico.

John F. Kirby, el portavoz principal del Pentágono, se negó a comentar sobre amenazas específicas debido a la seguridad operativa, pero dijo que la situación de seguridad en el aeropuerto era extremadamente volátil, cambiando cada hora en diferentes lugares alrededor del aeródromo.

Kirby dijo que no había habido más rescates en helicóptero de estadounidenses en Kabul que buscaban huir de la capital afgana desde una misión el jueves, pero no descartó la posibilidad de operaciones similares si los comandantes locales creían que estaban justificadas.

“Continuamos explorando opciones para ayudar a los estadounidenses, según sea necesario”, dijo Kirby.

Aunque se negó a reconocer que la ventana para los vuelos de evacuación fuera de Kabul puede estar cerrándose a medida que empeora la seguridad fuera de las puertas del aeropuerto, Kirby dijo: “Sabemos que estamos luchando contra el tiempo y el espacio”.