El primer ministro de Camboya, Hun Sen, de 70 años, anunció el miércoles que renuncia tras 38 años en el poder y cederá el cargo a su hijo mayor, tras la victoria de su partido en las elecciones del domingo.

El exlíder de los Jemeres Rojos, de 70 años, ha gobernado el país desde 1985prohibir la mayoría de los partidos de oposición y tomar medidas enérgicas contra la libertad de expresión y cualquier reforma democrática.

Este miércoles, Hun Sen anunció en televisión que no seguirá como primer ministro y pidió «comprensión» a la ciudadanía.

su primogénito, Hun Manet, un general de 45 añosocupará su cargo a partir del 22 de agosto por la noche, indicó.

Siempre presente

Sin embargo, Hun Sen dejó en claro que seguirá presente en la política camboyanaya que pasará a presidir el Senado y tomará las riendas del jefe de Estado cuando el rey esté en el extranjero.

Además afirmó que ayudará a su hijo para «controlar la seguridad, el orden y participar en el desarrollo del país».

El domingo, su formación, el Partido Popular de Camboya (PPC) afirmó haber ganado con el 82% de los votos elecciones en las que no pudo participar ningún partido de oposición relevante.

El único partido de oposición serio, el Candlelight Party, fue descalificado por un tecnicismo.

Aún no se conocen los resultados oficiales de las elecciones pero se espera que el PPC gana 120 de los 125 escaños que tiene la cámara baja.

Amenazas e intimidación

Las elecciones fueron criticadas por la Unión Europea y Estados Unidos, que consideraron que no fueron «ni libre ni justo».

Este miércoles, Naciones Unidas denunció que las elecciones se desarrollaron en un ambiente marcado por amenazas e intimidaciones.

«Partidos políticos de oposición, activistas, miembros de los medios de comunicación y otros enfrentó numerosas restricciones y represalias que parecía tener como objetivo minimizar la campaña política y obstaculizar el ejercicio de las libertades fundamentales esenciales para la celebración de elecciones libres con plena participación”, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, en un comunicado.

Bajo el gobierno de Hun Sen, China ha invertido sumas significativas en Camboya para el desarrollo de infraestructura, incluida una base naval que despertó preocupación en Washington.

Pero la llegada del dinero chino también trajo problemas, como la proliferación de casinos en línea y estafas realizadas por trabajadores extranjeros, muchos de ellos víctimas de la trata de personas, que viven en pésimas condiciones.

Sus detractores también denuncian que su gobierno ha estado marcado por la destrucción del medio ambiente y por la corrupción.

ocupa camboya ocupó el puesto 150 de 180 en el índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional. En Asia, solo Myanmar y Corea del Norte están peor clasificados que ellos.

Agencia AFP

pb

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