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El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió contra “un nuevo imperialismo” en el Pacífico en una visita a la región, donde China ha estado extendiendo su influencia con pactos comerciales y de seguridad.

En un discurso en la isla de Vanuatu, un territorio gobernado por franceses y británicos antes de convertirse en una república independiente en 1980, Macron dijo que la soberanía de la región del Indo-Pacífico estaba siendo socavada por “grandes potencias depredadoras” y que su interferencia estaba creciendo.

“En el Indo-Pacífico y especialmente en Oceanía está apareciendo un nuevo imperialismo y nuevas lógicas de poder que amenazan la soberanía de numerosos estados, a menudo los más pequeños y frágiles”, dijo Macron.

La visita es la primera de un jefe de Estado francés desde la independencia de Vanuatu. La gira de una semana por las islas polinesias incluyó una escala en el territorio francés de Nueva Caledonia, rico en níquel.

Macron también visitará Papúa Nueva Guinea, inmediatamente después del secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, quien estuvo allí el jueves para discutir la profundización de los lazos. En mayo se acordó un nuevo pacto de seguridad entre Estados Unidos y Papua Nueva Guinea.

El Pacífico se ha convertido en un punto de apoyo para las tensiones geopolíticas en la última década, ya que China ha aumentado su presencia diplomática y financiera en algunos de los países más pequeños del mundo.

Ese impulso culminó en un pacto de seguridad entre Beijing y las Islas Salomón el año pasado, que desencadenó un esfuerzo más concertado de Australia, EE. UU. y Nueva Zelanda, las potencias tradicionales de la región, para reconstruir asociaciones económicas y estratégicas en el Pacífico y participar mejor en problemas, incluido el cambio climático.

Estados Unidos ha estado reabriendo en los últimos meses embajadas en la región, desde las Islas Salomón hasta Tonga, que habían estado cerradas durante décadas. Washington, junto con sus aliados, busca contrarrestar la influencia de China y su intento de construir lazos de seguridad a medida que se profundizan las tensiones sobre la relación de Beijing con Taiwán.

El secretario de Estado de los EE. UU., Antony Blinken, también visitó el Pacífico esta semana, donde dijo que la puerta estaba abierta para que Nueva Zelanda se comprometiera con Aukus, el pacto de seguridad trilateral entre Australia, el Reino Unido y los EE. UU., y expresó su preocupación por las inversiones de China en el región en una escala en Tonga.

Macron no nombró a China ni a EE. UU. en su discurso, pero ha buscado defender los intereses franceses en la región y proyectar a Francia como un aliado alternativo con una profunda historia en el Pacífico. Alrededor de 1,5 millones de ciudadanos franceses viven en la región y unos 7.000 soldados del país están repartidos en varias bases allí.

El jueves, Macron arremetió contra los “barcos extranjeros que pescan ilegalmente” en aguas de la región y criticó los “numerosos préstamos hechos con condiciones leoninas que literalmente estrangulan el desarrollo”.

Hervé Lemahieu, director de investigación del grupo de expertos Lowy Institute, dijo: “Macron busca distinguir a Francia de los juegos de poder del Pacífico de China y Estados Unidos. Pero París viene de un largo camino por detrás en lo que respecta a los compromisos regionales”.

Francia y Australia han trabajado para calmar las tensiones diplomáticas que siguieron a la firma del acuerdo Aukus en 2021 que rompió un gran contrato de submarinos con Naval Group, propiedad mayoritaria del gobierno francés.

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