Es algo evidente que la IA ha venido para quedarse. Otra cosa es para hacer qué exactamente, ya que tras el hype de los primeros meses, parece que la gente está empezando a darse cuenta de que, teniendo muchos usos, no es la panacea que nos iba a cambiar radicalmente la vida (quizá porque no existen esa clase de panaceas). Pero usarla la usamos, así que hoy vamos a elaborar una lista de trucos para usar ChatGPT en marketing. ChatGPT o cualquiera de sus primas, desde Google Bard hasta la integración de GPT-4 en Bing. Si lo hago yo, que soy una empresa solipsista (una forma pija de decir que soy un pring autónomo), ni te cuento el partido que le estarán sacando en las agencias.

Por lo menos usaremos las IAs mientras no cueste un riñón hacerlo, algo que todas las empresas que ya han lanzado la suya y las que están en ello se han esforzado cuidadosamente en aclarar, lo que resulta bastante significativo. Viniendo como venimos de dos campañas electorales seguidas (p’habernos matao, oigan) y sin tener claro si habrá una tercera en breve, todos nos hemos hecho un máster acelerado en entender qué quiere decir alguien que no quiere decir lo que en realidad quiere decir. Vamos, que los responsables de IA de las compañías tech se han puesto en modo político: no te digo nada y ya te lo digo todo.

Ya comenté en un post anterior por qué creo que la IA no va a acabar con los empleos en marketing. Simplemente porque no está diseñada para ser realmente creativa, ni para molestarse en aparentarlo. En realidad ChatGPT y sus congéneres son un misil dirigido a la línea de flotación de Google, que súbitamente se ha convertido en el enemigo a batir hasta el punto de que Microsoft -que parece  que en términos de IA es el perejil de todas las salsas- se ha aliado con Meta (de momento sigue llamándose así) para lanzar Llama 2, la nueva versión de la IA de los de Zuckerberg. Esperemos que esta versión sea la buena y no le dé por inventarse un lenguaje propio o algún ingeniero entre en crisis de pánico cuando la IA empiece a llamarle ‘bro’ o ‘pana’ y decida tirar del cable del enchufe.

La primera versión de Llama, justo antes de que la desenchufaran

Mientras tanto Google, tras una etapa inicial de pánico abyecto, ha tirado de talonario, ha sacado al equipo de DeepMind de los sótanos de Mountain View y les ha puesto a trabajar a destajo para parir a Bard, su nueva IA, en un tiempo absolutamente récord.

A todo esto, en Apple se encuentran con un ingente stock de gafas de realidad virtual que acaban de sacar al mercado y una leve sensación de desconcierto al darse cuenta de que el metaverso y la realidad virtual, que iban a ser lo más y mover cientos de miles de millones de dólares, de repente importan un rábano.

Pero bueno, estábamos hablando de trucos para usar ChatGPT en marketing, así que vamos al lío. Por supuesto, a partir de este punto todo lo que diga sobre ChatGPT es aplicable a Llama, Bard o el amiguito/amiguita (¿amiguite?) con quien más os guste trabajar.

10 trucos para usar ChatGPT en marketing

1. Entiende cómo funciona
2. No esperes que te haga todo el trabajo
3. Ojo, las IA se inventan las cosas
4. Especifica la longitud de la respuesta
5. Pídele los resultados en forma de tabla
6. Habla con ella
7. Dale un texto y pídele que lo extracte
8. La IA no es creativa, pero puede ayudarte a serlo
9. La IA es genial organizando cosas
10. ChatGPT te puede ayudar mucho con el SEO
11. Conclusión

1. Entiende cómo funciona

El primero de los trucos para usar ChatGPT en marketing es de lo más simple: aprende a usarla. Que la sencillez de la interfaz y esa invitación a preguntar lo que quieras no te engañen. No se trata de una herramienta diseñada para el marketing. Ni siquiera ha sido diseñada para redactar textos. No es un copywriter y su nivel de creatividad es el mismo que tiene una alcachofa. ChatGPT es un modelo de lenguaje y, como tal, está diseñada para conversar de una forma similar a los seres humanos. Su «inteligencia» viene de su capacidad para realizar cálculos muy rápidos usando todo internet como base de datos y un algoritmo capaz de aprender de los errores, lo cual no es moco de pavo.

2. No esperes que te haga todo el trabajo

Si esperas que ChatGPT te escriba el copy definitivo para que todo el mundo compre la lavadora que te han encargado promocionar, espera sentado. Repito: No esperes creatividad, porque lo que hay detrás no es un duende superinteligente metido en una caja, es un conjunto de algoritmos matemáticos. No te dirá nada que no sea bastante obvio y, desde luego, no se puede inventar cosas que no existan previamente.

3. Ojo, las IA se inventan cosas

Que las las IA mienten o no son capaces de responder a muchas preguntas no es ninguna novedad. Hay dos cosas que debes tener en cuenta antes de creerte una sola palabra de lo que te digan:

La primera es que la versión free de OpenAI no tiene acceso a nada que se haya publicado después de septiembre de 2021. Y la segunda y más importante es que, hasta ahora, todas las inteligencias artificiales tienden a mentir como bellacas y quedarse tan panchas a no ser que tú les acotes mucho dónde buscar la información. Es como si estuvieran programadas para que la frase «no lo sé» no forme parte de su vocabulario.

Va una prueba: hago la misma pregunta a ChatGPT, Bing y Google Bard: ¿Quién ha ganado las últimas elecciones generales en España?

Respuesta de ChatGPT, que viene a decir «a mí no me preguntes»:

Respuesta del chat de Bing, que también es ChatGPT, supuestamente conectado a internet en tiempo real, pero tira de encuestas, como si los resultados no existieran:

Respuesta de Google Bard (es una respuesta larga, pero se inventa tantas cosas y es un delirio tal que me ha dado penita recortarla):

Prácticamente no hay un párrafo en el que Bard, que supuestamente sí accede a todo Google en tiempo real, no se haya inventado algo. Según Bard, Feijóo es presidente del Gobierno desde dos días después de las elecciones, adjudica escaños a Unidas Podemos, que no se ha presentado, dice que «el PP podría pactar con Vox, pero esto es muy difícil», que el PSOE y el PP obtuvieron los mismos escaños en 2019 y una sarta de fabulaciones más que me hace pensar si realmente detrás de Bard no habrá en realidad un ejército de personas muy pequeñitas y extremadamente cansadas. De todos modos, Google deja muy claro que es una versión experimental y que compruebes toda la información.

Con estos mimbres, ¿puedo fiarme de las herramientas de IA para pedirle un informe sobre el mercado y la competencia? La respuesta es que fiarte, no te puedes fiar. Es decir, no puedes pedirle a ChatGPT ni a nadie que te haga los deberes, porque la metedura de pata puede ser histórica. Pero sí puedes pedirle que te ayude a estructurar un estudio de mercado, a definir qué partes debe tener e incluso proporcionarle datos y pedirle que realice cálculos sobre ellos y presente conclusiones. Es decir, puede ahorrarte trabajo, pero harás bien en NO usar la IA como fuente de datos. 

4. Especifica la longitud de la respuesta

Todos los usuarios de ChatGPT coinciden en una cosa: su tendencia a enrollarse más que tu vecina cotilla del 2ºC. Si no le dices nada, sus respuestas son una parrafada bastante larga, lo que te obligará a repreguntar una y otra vez. Una forma de ahorrar tiempo es que, cuando le pidas algo, especifiques la longitud del texto de respuesta. Fijaos en lo que pasa si lo hago: obtengo un texto que me puede servir de base para muchas cosas en mi campaña, con 5 puntos que son los mismos que destacaría yo:

5. Pídele los resultados en forma de tabla

Otro de los trucos para usar ChatGPT en marketing que resultan más interesantes para evitar que se enrolle como una persiana es pedirle tablas. En lugar de preguntarle «cuál es la mejor forma de anunciar una lavadora A+++ en Instagram» vamos a pedirle que nos haga una tabla:

Nos propone cinco anuncios con un ejemplo de copy para desarrollar y una sugerencia de imagen. Ninguno es para tirar cohetes pero oye, ha tardado 5 segundos y ya tienes una base sobre la que trabajar.

6. Habla con ella

Un truco para usar ChatGPT en marketing y en cualquier otra cosa es que no olvides para qué están diseñadas las IAs definidas como «modelos de lenguaje». Su prncipal función es conversar. Así que no las uses como un buscador en el que repites la búsqueda si la respuesta no es la que esperas a la primera. En lugar de eso, empieza a conversar. Estás en un chat y la IA recuerda lo que ha escrito antes. Por tanto, puedes pedirle que rehaga, cambie o corrija cosas. Tal que así:

7. Dale un texto y pídele que lo extracte

Aunque por cómo está diseñado el campo de entrada de texto parece que ChatGPT no admite preguntas muy largas, lo cierto es que no tiene un límite específico de caracteres. Este es uno de los trucos para usar ChatGPT en marketing que más me agradecerás, ya que te permite resumir y realizar extractos de textos largos de forma muy rápida. Eso sí, léete el extracto y pídele que lo rehaga si destaca cosas que crees que no son relevantes. Como ejemplo, le he pedido que haga un resumen de la primera parte de este mismo artículo. Ya, ya sé que podría haber puesto esto antes y así te ahorrabas leértelo. Se siente.

¿Lo veis? Aunque es cierto que pierde el gracejo que me caracteriza, también va más al grano y os ahorra aguantar mis gracietas. Pero en el fondo me queréis, lo sé, aunque no me llaméis para encargarme que os lleve el marketing digital de vuestros negocios, me queréis 😁

Pero cuidadín:  hay que revisar bien los resúmenes, porque la comprensión del lenguaje que tienen las IAs no es perfecta, ni mucho menos. Puede que destaque cosas que tú no harías o que se salte algo importante. Pero la base del resumen ya la tienes.

Por supuesto, también puedes pedirle que te resuma cualquier cosa a la que tenga acceso: libros, artículos…. cualquier cosa que pueda leer y esté colgada en internet.

8. La IA no es creativa, pero sí puede ayudarte a serlo

Pídele ayuda cuando tengas un bloqueo, el síndrome de la pantalla en blanco, te vaya a pillar el toro o sencillamente  estés hasta el c tengas un mal día. Piensa en dos cosas que, además, deberían servirte en cualquier aspecto de tu trabajo de marketing, sea digital o analógico:

a) Prácticamente cualquier cosa que se te ocurra, por muy creativa que te parezca, ya se le ha ocurrido antes a alguien.

b) ¿Estás dedicando a tu cliente el tiempo correspondiente con lo que te paga?

Una vez has recibido estas dos collejas, déjate de mandangas y pídele a ChatGPT sugerencias e ideas. No te va a proponer cosas súper innovadoras pero, como ya has visto en los ejemplos anteriores, sí que es capaz de proponer diferentes alternativas sobre las que puedes trabajar después e incorporar tu propia creatividad, tanto en texto como en gráfica o multimedia. El grado de creatividad propia que decidas incorporar ya es cosa tuya.

9. La IA es genial organizando cosas

Puedes proporcionarle un conjunto de datos desordenados y pedirle que te los ordene y te haga una tabla con ellos. Por ejemplo:

En cuanto sea posible descargarse esta tabla en formato de tabla será maravilloso. Pero siempre puedes tirar de pantallazo. Por cierto, lo de que esos plátanos y sandías han sido vendidos lo ha aportado ChatGPT ella solita, probablemente porque está hasta los megabytes de mis preguntas sobre marketing.

Lo mismo que te organiza esto, te organiza tu agenda semanal en función de tu horario de trabajo y las horas que tengas previsto dedicar a cada tarea. De nada.

10. ChatGPT te puede ayudar mucho con el SEO

Al menos en aquello que ChatGPT sabe hacer mejor, que es generar texto. Fijaos lo que es capaz de hacer con un texto plano y fijaos en que las instrucciones (el prompt si queréis ir de guays) tienen que ser precisas:

No hace falta…