En una despedida cargada de emoción, Laurita Fernández no pudo contener las lágrimas en el último programa de Bienvenido a bordo. La conductora se mostró visiblemente emocionada al recordar cómo inició su trabajo en el ciclo, que en un principio iba a ser de pocos programas y terminó extendiéndose a más de 400 transmisiones.

“Va a ser difícil para mí no llorar, pero quiero decirles lo rápido que empezó esto. Yo estaba en casa sin trabajo y Wig (la productora y su actual novio) me llamó para reemplazar a Guido (Kaczka) porque el programa se acababa y necesitaban unos días más, cinco o diez programas. Y dije que sí y vine, y esos programas se convirtieron en 400 que estamos cumpliendo hoy”, relató Laurita entre lágrimas.

La conductora agradeció profundamente a los televidentes por haber apoyado el programa y divertirse con ellos. Destacó la importancia de la buena energía y la diversión compartida durante el ciclo. La emoción era palpable en el estudio, donde el equipo de producción también se entristeció por el final del programa.

Posteriormente, Laurita le dedicó unas palabras especiales a Hernán Drago, quien fue su pareja a lo largo de todas las transmisiones. Recordó cómo desde el primer día en el departamento se estableció una química instantánea entre ambos, lo que les permitió disfrutar y divertirse en cada programa. La modelo no pudo contener las lágrimas ante las palabras de Fernández y el cariño que le expresó.

“La primera persona que vi cuando llegué al departamento ese primer día, obviamente era un manojo de nervios y lo conocí, con quien surgió una química instantánea, donde comenzamos a divertirnos, jugar y disfrutar. Te amo, desde el fondo de mi corazón, y te agradezco porque fuiste el mejor compañero que pude haber tenido para hacer este programa”, expresó la conductora.

Finalmente, Laurita quiso agradecer a Guido por confiar en ella para reemplazarlo en el programa, así como al productor Kuarzo y a las autoridades del canal que hicieron posible el éxito de Bienvenidos a bordo.