DETROIT– El sindicato United Auto Workers ha aumentado la presión sobre General Motors cuando 5.000 trabajadores abandonaron sus trabajos el martes en una fábrica de SUV altamente rentable en Arlington, Texas.

La medida se produce apenas un día después de que el sindicato se declarara en huelga en una fábrica de camionetas Stellantis en Sterling Heights, Michigan, al norte de Detroit.

La huelga de Texas eleva el total de miembros del UAW que han dejado sus trabajos a 46.000 en una serie de huelgas que está entrando en su sexta semana.

El presidente de la UAW, Shawn Fain, amenazó la semana pasada con más huelgas en un esfuerzo por lograr que GM, Ford y Stellantis aumenten sus ofertas salariales.

Pero la directora ejecutiva de GM, Mary Barra, dijo en la conferencia telefónica sobre ganancias del martes por la mañana que la compañía ya hizo una oferta récord y no aceptará un contrato que ponga en peligro el futuro de la compañía.

La fábrica de Arlington fabrica grandes SUV basados ​​en camionetas que se encuentran entre los vehículos más rentables de GM. Incluyen el Chevrolet Tahoe, el GMC Yukon y el Cadillac Escalade.

El sindicato dijo que la medida se produjo pocas horas después de que GM anunciara sus ganancias trimestrales y cuatro días después de que Fain dijera que la última oferta de GM no era lo suficientemente grande.

GM registró el martes una ganancia neta de poco más de 3.000 millones de dólares para el trimestre, un 7% menos que hace un año. Pero la empresa informó de una fuerte demanda y precios de sus vehículos.

Fain dijo en una declaración preparada que GM superó las expectativas de Wall Street y que su oferta va por detrás de la de Ford, preservando una estructura salarial de dos niveles y ofreciendo la contribución 401(k) más débil de las tres compañías, con un 8%. “Es hora de que los trabajadores de GM y toda la clase trabajadora reciban su parte justa”, dijo Fain.

Barra dijo que la oferta récord de GM recompensa a los empleados pero no pone en riesgo a la empresa ni a los empleos del UAW. «Aceptar costos insosteniblemente altos pondría en riesgo nuestro futuro y los empleos de los miembros del equipo de GM, y poner en peligro nuestro futuro es algo que no haré», dijo en un comunicado.

Después de que se anunció la huelga de Arlington, GM dijo que estaba decepcionada por la escalada y calificó la huelga de «innecesaria e irresponsable». La huelga está perjudicando a los empleados y tendrá “efectos dominó negativos en nuestros distribuidores, proveedores y las comunidades que dependen de nosotros”.

Los fabricantes de automóviles han realizado despidos desde que comenzó la huelga y culparon a las huelgas por los recortes de empleo.

La semana pasada, GM hizo una oferta que aumentó su oferta anterior en aproximadamente un 25% en valor total, dijo la compañía.