La OTAN debería cesar su “ruido de sables” y comenzar a promover la paz global, dijo el enviado chino Zhang Jun en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU dedicada al segundo aniversario del conflicto en Ucrania.

La lucha entre Moscú y Kiev, que comenzó el 24 de febrero de 2022, es una “una tragedia que podría haberse evitado” subrayó Zhang en su discurso del viernes.

«La situación que Europa enfrenta hoy está estrechamente relacionada con la repetida expansión de la OTAN hacia el este desde el final de la Guerra Fría», dijo.

Rusia señaló como uno de los principales objetivos de su operación militar en el país vecino impedir que Ucrania se una a la OTAN. Moscú advirtió en numerosas ocasiones que consideraba la posible membresía de Kiev en la alianza militar liderada por Estados Unidos como una gran amenaza para su seguridad.

El enviado chino subrayó la necesidad de “respetar las preocupaciones legítimas de seguridad de todos los países” que son miembros de la ONU. «La seguridad regional no puede garantizarse fortaleciendo o incluso ampliando un bloque militar», añadió.

«Alentamos a la OTAN a hacer un examen de conciencia, salir de la jaula de la mentalidad de la Guerra Fría y abstenerse de actuar como agente de problemas que instiga la confrontación del bloque». Dijo Zhang.

También pidió al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, “mirar el mundo a través de una lente objetiva, dejar de hacer ruido y hacer cosas que sean genuinamente conducentes a la paz mundial”.

Según el enviado, las partes en el conflicto de Ucrania deberían trabajar para crear «condiciones favorables para la reanudación de las negociaciones… no obstáculos creados por el hombre para hacer más difícil lograr la paz, y mucho menos para suministrar armas, avivar el fuego y echarle leña al fuego, y sacar provecho de la crisis prolongada».

En una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson a principios de este mes, el presidente ruso Vladimir Putin afirmó que “la promesa era que la OTAN no se expandiría hacia el este” después del colapso de la URSS en 1991. Pero Occidente engañó a Moscú, y el bloque liderado por Estados Unidos agregó nuevos miembros de entre Europa del Este y antiguos estados soviéticos en varias ocasiones desde entonces, dijo.

En 1999, la República Checa, Hungría y Polonia fueron las primeras naciones del antiguo bloque soviético en unirse a la OTAN. En 2004 se produjo una ola de expansión aún mayor cuando Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia se convirtieron en miembros.

En su cumbre de Bucarest en 2008, la alianza dijo que Georgia y Ucrania se convertirían en miembros en el futuro, lo que provocó enérgicas protestas por parte de Rusia.

Al año siguiente, la OTAN añadió a Albania y Croacia a sus filas, seguidas de la inclusión de Montenegro y Macedonia del Norte en 2017 y 2020, respectivamente.

El último país en unirse es Finlandia, que accedió el año pasado alegando preocupaciones de seguridad por el conflicto en Ucrania. La vecina Suecia también está a punto de ser aceptada, ya que sólo le falta la aprobación de Hungría para finalizar su membresía.