Está bien, lo primero es lo primero. Los basicos. La creación (también conocida como acuñación) de un NFT no es un hecho imponible. Si crea una NFT (una colección 1:1 o 10K) y nadie la compra ni la intercambia, no pagará impuestos. Por lo tanto, puede estar seguro de que su decisión de tokenizar su título universitario no afectará sus finanzas más de lo que lo hizo su educación universitaria. ¡Uf! Según el Tío Sam, en los Estados Unidos, cualquier transacción de cripto a cripto es un evento imponible, incluida la compra de un NFT, el comercio de un NFT o la venta de un NFT. Un práctico blog de TokenTax desglosa cómo cualquier ganancia que obtenga en transacciones o ventas de NFT se gravará como cualquier ganancia en su bitcoin o éter, por ejemplo. Bastante simple, ¿verdad? Bueno, no necesariamente. ¡Estamos hablando de criptomonedas, gente!