El presidente Alberto Fernández constantemente alude a que sus problemas de gestión se debieron a factores externos como la pandemia del coronavirus, la guerra de Rusia en Ucrania, la sequía, y ahora sorprende con una curiosa ironía.

“Reconozco que todo me ha pasado en mi gobierno, lo único que falta es que lleguen los marcianos, después me pasó todo”, dijo durante su presentación en la clausura del 45 Consejo Federal Agropecuario.

En un acto que tuvo lugar en el Museo Casa Rosada Bicentenario, el mandatario brindó un discurso en el que habló extensamente sobre las consecuencias de la sequía en la producción agrícola y los pronósticos de fuertes lluvias para los próximos meses.

“Dije que la sequía será la última, porque parece que no, que también tenemos el riesgo de tener exceso de agua, que el agua nos ataque”, dijo.

El Presidente habló luego de la presentación del informe agrometeorológico para la próxima campaña, un segundo informe sobre la inversión del Fondo Fiduciario Nacional de Agroindustria (Fondagro) en enoturismo y un tercer informe forestal sobre la Ley 25.080 – Plan Ganar, además del programa Impulso Tambero II JJB y el programa PROBIAAR.

Acompañado del secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, cerró el encuentro señalando que la buena noticia de los pronósticos de lluvia para el campo puede convertirse en una mala noticia para las ciudades aledañas por la crecida de los ríos.

“Todo el gobierno convivió con la bajante más grande del río Paraná, en ese contexto nos hicimos cargo de la hidrovía con buenos resultados, porque siguió funcionando y nos dejó un saldo acreedor al gobierno de 38 millones de dólares”, agregó.

La referencia es la baja histórica, iniciada en marzo de 2020, que un año después recuperó una tendencia ascendente sin llegar a la normalidad, y que volvió a caer a fines de 2021, produciendo cambios en la vida ambiental, económica, productiva y social de Entre Ríos.

“Tenemos que ponernos manos a la obra hoy para ver cómo mitigamos los efectos de las inundaciones, que ahí no solo tienen un efecto en la agricultura sino también en un social muy importante porque hay gente que está inundada y fuera de circulación por mucho tiempo”, dijo.

En esa línea recordó la inundación ocurrida en 2003, que arrasó un tercio de la ciudad de Santa Fe por el desbordamiento del río Salado, que obligó a evacuar a 135.000 de los 450.000 habitantes y dejó 23 muertos.

El jefe de Estado también lamentó el impacto negativo que tuvo la sequía en las economías regionales del país, consideró que “muchas veces la política no ayuda” a solucionar los problemas ambientales que sufre el planeta y aseguró que “Argentina es uno de los países que más se preocupa” por el medio ambiente.

Pero además, envió un mensaje a los productores rurales al asegurar que su gobierno puso “mucha atención a la producción agropecuaria, no solo porque es útil para la Argentina, porque son divisas para el país, sino porque hay muchas regiones que viven de esa producción”.

“Que no haya dudas sobre el tema agrícola. Que lo valoremos, que nadie lo dude. (El Ministro de Economía) Sergio (Massa) me envió tres páginas de lo que hicimos para preservar el sector. Como estamos en un momento difícil, parece que estoy pasando cuentas, y no quiero pasar cuentas a nadie. Recordarles que siempre estuvimos ahí cuando el sector nos necesitaba”, subrayó.

El encuentro abordó una agenda con eje central en las economías regionales, el nuevo tipo de cambio para las exportaciones que se liquidan hasta el 31 de agosto de 2023 y las proyecciones “en números”.

En 2022, este sector generó más de 7.000 millones de dólares y 4,8 millones de toneladas en exportaciones. Más de 50 cadenas de las economías regionales se incorporan al Programa de Incremento de Exportaciones, entre ellas olivarera, pesquera, vitivinícola, apícola, forestal industrial, girasol, frutícola y hortícola.

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